domingo, 28 de agosto de 2011

David Gilmour Interview, 'On An Island' álbum...




EN SU TERCER DISCO SOLISTA TITULADO 'ON AN ISLAND', DAVID GILMOUR RETOMA EL 'SONIDO PINK FLOYD'. EN ESTE RETRATO INTIMO PUBLICADO POR EL PERIODICO INGLES THE GUARDIAN, DICE ENTRE OTRAS COSAS, QUE SE SIENTE VIEJO Y QUE LO INDIGNA SU INDOLENCIA.


por Emma Brockes

El club de jubilados de Chiddingfold tiene tapizados oscuros y es tan plácido como sólo puede serlo Surrey un día de semana. Jueves de por medio, los mayores de sesenta se encuentran aquí para jugar al bingo y ver fotografías. Los martes por la mañana hay actividades infantiles. Hoy, viernes, ensaya la banda bajo la dirección de un hombre de cincuenta y nueve años que tiene un aire lacónico.
-¿Estás haciendo eso, Phil, la parte de dow-wow-wow?
-Sí.
Phil levanta la cabeza de su guitarra y toca unas notas: dow-wow-wow. Hay una pausa cuando el sostenido se desvanece, y luego: “¿Está bien?
-Sí.
¡Bum! La banda resuena de forma tan atronadora, con una fuerza tan típica del rock de fines de los 70, que los posavasos se mueven en las mesas.
David Gilmour, ex guitarrista de Pink Floyd, un hombre cuya última presentación fue ante un público global de millones de personas en Live 8, vive a la vuelta de ese club, como también Phil Manzanera, ex guitarrista de Roxy Music. Por eso ellos y el resto de la banda ensayan en una pequeña sala que huele vagamente a escuela. Gilmour está a punto de comenzar una gira promocional de su tercer álbum como solista, ‘On An Island’, pero se verá obligado a tocar algunos clásicos de Pink Floyd. En los cuarenta años que pasaron desde que se formó la banda, ésta vendió más de 175 millones de discos. Se dice que en una de cada cuatro casas británicas hay un ejemplar de ‘Dark Side Of The Moon’.
Es fácil olvidarlo cuando se habla de Gilmour, que es modesto, algo inseguro y evita el contacto visual, pero de una forma más tímida que astuta. Dice que su esposa, la escritora Polly Samson, piensa que es “algo autista” y que solo logra expresarse bien a través de la música. Lo más cercano al rock and roll que hizo hasta ahora fue tener ocho hijos: cuatro con su primera esposa y cuatro con la segunda. Ocho hijos es algo ridículo, le digo, y él sonríe y contesta: “Estoy de acuerdo. Lo lamento mucho.”
La banda que formó en Cambridge en 1965 siempre fue calificada de elegante, en parte debido a la extracción de sus miembros –el padre de Gilmour era profesor de zoología- y en parte porque era reflexiva y tenía ambiciones musicales, por lo que en los años 70 impulsó la idea del álbum conceptual, lo que hacía que uno se imaginara a los integrantes sentados y discutiendo en términos de “arco narrativo”. Componían temas cultos con temas misántropos y un tipo de integridad que los hacía especialmente populares entre los varones adolescentes. Antes de encontrarme con Gilmour, le pedí a un amigo que me explicara cuál era el atractivo de Pink Floyd. Los ojos se le llenaron de veneración y susurró:
“So you run and you run to catch up with the sun but it’s sinking / Racing around to come up behin you again. / The sun is the same in a relative way but you’re older / Shorter of breath and one day closer to death.” (“Y uno corre y corre para alcanzar al sol, pero éste se hunde / Y se apresura a volver a salir detrás de uno / El sol es relativamente el mismo, pero uno es más viejo / tiene menos aire y está un día más cerca de la muerte.”). Es la letra del tema “Time”, una suerte de áspera versión rock de T. S. Elliot.
“Es un gran alivio no tener que llevar esa carga, la gran casa del caracol, -dice Gilmour haciendo referencia a Pink Floyd.- ya que a veces es un peso enorme. La presión es demasiado grande. Andar cargando con el nombre de Pink Floyd… No quiero estar en ese lugar.”
Gilmour sigue siendo muy atractivo, con labios carnosos y un rostro sin arrugas. Pink Floyd se caracterizaba por reducir su nivel de visibilidad personal mediante el recurso de la artística de las portadas de sus discos, que no tenían fotos de ellos. A diferencia de tantos de sus pares en el ámbito de la música, la fama no los hizo monstruosos, dice Gilmour, porque ellos tenían demasiadas ambiciones musicales y, de todas maneras, “para nosotros era una actividad part-time. Bueno, si recordamos los años 70, nosotros hacíamos una gira de tres semanas y luego nos tomábamos uno o dos meses libres. Después hacíamos otra gira de tres semanas. Teníamos mucho tiempo libre, que pasábamos en nuestras casas, en nuestro país. Ninguno de nosotros se dedicó por completo al rock and roll. Pero todos pasamos por épocas de confusión, o permitimos que nos confundieran.”
Gilmour elige las palabras. Su enfrentamiento con el bajista de Pink Floyd, Roger Waters, fue una historia muy inglesa que llevó casi veinte años en los cuales los dos hombres no se hablaron luego de que  Waters se fue de la  banda en 1983. (Waters declaró la muerte de la banda poco después, pero ésta siguió trabajando con éxito sin él.) Todo empezó con una pelea sobre créditos de composición de temas, pero la verdadera causa del conflicto, dice Gilmour, fue un enfrentamiento de personalidades. Se molestaban mutuamente sólo por ser quienes eran: la “imperiosa” personalidad de Waters versus el resentimiento de Gilmour, el hecho de “permitir” que lo “confundieran”. Cabe imaginar que, cuando llega el punto de una pelea, hace un buen alarde de agresión pasiva.
A Gilmour le hace gracia que, incluso después de tantos años, cuando la banda se reunió para Live 8 en julio pasado, ni él ni Waters habían cambiado lo suficiente como para disolver por completo las tensiones. Gilmour dijo que no las dos primeras veces que Bob Geldof le pidió que participara en el recital. “No porque no pensara que era una buena causa, sino porque sentía que todo estaría muy bien sin nosotros.” Finalmente aceptó y se organizó una reunión entre Gilmour y Waters en un hotel de Londres. “Fue muy raro estar en la misma habitación. Pero en dos minutos recuperamos la vieja dinámica. Roger estaba mandando. No lo digo con rencor. La gente tiene su propia personalidad, y Roger es como es. No puede evitarlo, así como tampoco yo puedo evitar ser como soy. La primera reunión fue formal y cautelosa. Luego ensayamos tres días juntos. Ensayé dos semanas solo en mi casa para volver a tener los dedos y la garganta en forma.”
Durante los ensayos volvió a surgir la misma vieja tensión entre ambos. “Fue un esfuerzo para ambos. A veces para mí era difícil imponerme, porque soy bastante cómodo y reticente. Y Roger es muy imperativo, por lo que había momentos en que queríamos que pasara algo, queríamos tomar una decisión, y no era como yo quería, de modo que discutimos un poco.”
Ahora Gilmour se ríe de cuánto trataron de evitar que eso pasara y de cómo trataron de controlarse. “¡Qué esfuerzos hizo por no ser él mismo, por no mandar!”, dice. “Y cuánto traté de no ser yo mismo y de insistir en lo que quería!” Se encontraron en un restaurante poco después de Live 8. “Las cosas se despejaron un poco. Sí, creo que parte del veneno se evaporó.”

El Sonido de siempre

El nuevo álbum de Gilmour suena en parte melancólico, en parte hawaiano y en parte, debido al uso de extraños efectos sonoros, como el canto de una sirena. Comparte los créditos de composición de muchos de los temas con su esposa, que también toca el piano y canta en el fondo. Si bien ya había colaborado con Gilmour en el álbum de 1994 ‘Division Bell’, esta vez el grado de su colaboración generará cierta indignación entre los puristas de Pink Floyd. “Sí, le preocupa mucho ser la (figura) Yoko/Linda McCartney.” Pero el álbum es bueno, y Gilmour hace una excelente defensa de los aficionados (su esposa empezó a aprender piano hace un año). “Soy un pianista pésimo. Pero compongo temas al piano muy seguido y a menudo la música deriva de mi torpeza. La falta de habilidad nos obliga a hacer cosas de forma más primitiva, y es en esa forma primitiva que uno suele descubrir algo.”
El y Polly se conocieron en una cena en casa de unos amigos. Cuatro años después, y a sugerencia de ella, la pareja donó el producto de la venta de su casa de Londres a la organización humanitaria Crisis. El tono del nuevo álbum refleja lo contento y tranquilo que está Gilmour ahora. Me pregunto si tiene alguna objeción a la palabra maduro.
“Mmmm. Dios mío. Es probable. Espero que el álbum transmita calma, que transmita una sensación de placidez, además melancolía y nostalgia…”
¿Acaso la conformidad no es enemiga del arte? “Supongo que, por más conforme que uno esté, nunca se dejan atrás los recuerdos del descontento ni el arrepentimiento por los errores cometidos.” Frunce el ceño, mira la alfombra. “Ni siquiera en el mejor momento se olvida el recuerdo de las peores épocas.”
Lo que más lo indigna de sí mismo es la indolencia. “A veces tiendo a no molestarme por nada.” El estilo de trabajo de Gilmour consiste en construir con lentitud y sólo volverse “del todo obsesivo” en la última etapa. Pero “no me gusta mi indolencia”. Sonríe. El panorama musical actual no le despierta mucho interés. El último disco que le produjo verdadero entusiasmo fue uno de The Streets. En la época en que se formó Pink Floyd, Gilmour tenía influencias tan diversas como “Bob Dylan y Leonard Cohen y también algo de Leonard Bernstein y Woody Guthrie.” Nunca se anima tanto como cuando habla de Dylan. Adopta una actitud atenta, se incorpora en la silla y dice. “Yo nunca fui de los que pensaban que Dylan era un monstruo por pasarse a la (guitarra) eléctrica. Me gustó el cambio. Pero debo decir que la fuerza del joven Dylan como cantante de protesta –el siempre lo negó pero lo siento, Bob, eras un cantante de protesta- residía en que tomaba la guitarra, tocaba ante una multitud y su música y sus palabras eran como una fecha. La gente subestima su capacidad musical. La melodía y las palabras se disparaban como flechas. A mí me sigue pareciendo increíble.”
Gilmour no compró el álbum de los Arctic Monkeys. Le gustan, dice, “pero es algo para jóvenes. Yo no puedo fingir que lo soy”. Suspira. “Mis pobres oídos y mi cerebro ya no… Es probable que eso me hubiera encantado cuando tenía veintitantos años.”
Volvemos a la sala de ensayo. Se empieza a hablar del exceso de exposición, un anatema para Gilmour, que sostiene que es injusto que en la actualidad los artistas jóvenes tengan éxito tan rápido.” La gente se harta, por ejemplo, de Norah Jones, porque está en todas partes, pero Norah Jones es genial.” Luego, Gilmour lee una reseña del nuevo álbum en el diario. “Supongo que debería alegrarme por las cuatro estrellas. Los viejos como yo ya no consiguen cinco.”

© The Guardian / Abril de 2006.-



sábado, 13 de agosto de 2011

Invasión Vikinga


Resulta interesante comprender a través de la música, el por qué no han sido los Vikingos quienes  llegaron a América del Sur sino mucho tiempo después que otros antiguos pobladores… No existen en nuestros genes las herencias musicales de aquellas tierras boreales, sonidos difíciles de encuadrar en un estilo, pero que sin duda están más cerca del neoprogresivo del siglo XXI que cualquier otro género. En estas líneas intentaré transitar tras la estela dejada por Under Byen, una travesía que finalmente arriba a los puertos del Nuevo Mundo.


Resulta difícil encontrar una banda Danesa que haya trascendido más allá de sus fronteras antes de la década del 90’, y mucho más difícil que lo logren en su lengua natal… sin duda Under Byen ("Bajo la Ciudad”) ha logrado propagar su sonido mediante una propuesta musical que subyuga a exquisitos oyentes con atmosferas poco convencionales. Su inicio nos remonta a la ciudad de Aarhus, donde UB comienza a proyectarse conducida por Katrine Stochholm en composición y Henriette Sennenvaldt como líder vocal, interpretando su propia propuesta de rock poco ortodoxo. A su entramado musical se le suma la virtud de amalgamar sabiamente sonidos de pianos, violoncelos, violines, órganos, bajo, acordeón, ukeleles, trombón, batería y diversos instrumentos de percusión e incluso un serrucho distorsionado eléctricamente, combinando influencias de jazz, folk y música clásica; pero es sin duda, al escucharlos por vez primera, la interpretación de Henriette, dueña de una de las voces más prominente, quien se destaca y conduce la escena hacia paisajes figurativos, trasmitiendo sensiblemente la sutil delicadeza de sus cristales de nieve.
Actualmente, la dinámica agrupación de UB está compuesta por Henriette Sennenvaldt (vocal y composición), Rasmus Kjær Larsen (pianos), Nils Gröndahl (violin, serrucho, “lapsteel” y una variedad de pedales de gitarras “a variety of guitar pedals”), Morten Larsen (batería), Sara Saxild (bajo), Anders Stochholm (percusión, acordeón, harmónica, guitarra), Stine Sørensen (batería, percusión) y Morten Svenstrup (cello) y en diferentes etapas han formado parte: Katrine Stochholm (composición, melodía, segunda voz, piano), Myrtha Wolf (cello) y Thorbjørn Krogshede (composición, piano, clarinete bajo). Así resulta, que a lo largo de 14 años, UB ha sumado un número importante de obras, templando álbum tras álbum el estilo que los caracteriza.


Discografía

Albums
Kyst, 1999
Remix, 2001
Det er mig den holder traeerne sammen, 2002
2 ryk og en aflevering, soundtrack album, 2003
Somme stof som stof, 2006

EP's
Puma, 1997
Live at Haldern Pop, 2004
Siamesisk, 2008

Simples
Veninde i vinden, 1998


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Kyst [1999] (Costa)


Tracklist
1. Sejler (4:14)
2. Hjertebarn (5:04)
3. Vindeltrappe (4:29)
4. Gå Ind I Lyset (2:41)
5. Vinterbørn (4:01)
6. Ingenting Hos Mig (3:40)
7. På Disse Kanter (1:36)
8. Fugle Og Ild (5:06)
9. Syng Hvide Nat (2:19)
10. Sylfiden (6:00)
11. Kyst (6:22)

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Remix (Minialbum) [2001]



Es muy difícil encontrar remezclas que no pasen solo como la inclusión de algún pequeño arreglo a la versión original y no se atrevan a recomponer piezas interesantes. Si eso es difícil, mucho más es conseguir que un disco sea remezclado de manera que sea una interesante (y porque no decir buena) copia del original. Corresponde a una remezcla de Kyst, del cual solo se sacaron 200 copias.


Tracklist
1. Vindeltrappe (Opiate) Production & remix by Thomas Knak for Hobby Industries

2. Fugle Og Ild (360° Celcius Dub) Remix by DJ 360°

3. Fugle Og Ild (remix) Production & remix by Sofus F. & DJ Ilz

4. Kyst (remix) Remix by Magnus (YouNameItProd.) & Manne (JazzBeat)
5. Fugle Og Ild (remix) Production & remix by Konrad Korabiewski
(Ego Trip Productions) & Nils Åkesson

6. Vindeltrappe (Fættermix) Production & remix by Jacob Berthelsen & Under Byen

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Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen [2002] (Soy El Recuerdo
Entre Los Árboles)

  
En Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen, Under Byen se entrega al triphop de una forma muy particular; uniéndolo al rock, generando canciones que se entremezclan entre el down y el post rock, acompañado de la voz susurrante y agónica de Henriette que tiene en Plantage, Legesag y la que le da nombre al álbum, momentos de magnífica belleza. En Batteri Generator parece que Jonsi de Sigur Rós, tuviese una hermana melliza, mientras que en Lenin, el piano de cámara emociona y eleva. Todo termina en Om Vinteren de más de 12 minutos (paradigma del post rock) en donde algo nos cuentan, entre bosques y soledad, como cruzar entre los árboles y perderse en la oscuridad, buscando algo perdido, perdido como el tiempo en que UB aún no estaba en mi interior.

Tracklist

1. Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen (3:33)

2. Plantage (4:14)

3. Mission (5:07)

4. Ride (2:46)

5. Byen Driver (4:11)

6. Batteri Generator (4:31)

7. Legesag (6:13)

8. Lenin (2:29)

9. Om Vinteren (12:08)

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Live at Haldern Pop [2004] 


Luego de publicar dos discos, UB saca a circulación una pequeña muestra de lo poderosos que pueden llegar a ser en vivo. El 9 de Agosto de 2003, en el Festival Haldern Pop de Alemania UB nos regaló dos preciosas canciones de cada uno de sus discos. De Kyst (1999) se desprenden Hjertebarn y Kyst y de Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen (2002) muestras Mission y Legesag. Cuatro increibles canciones, cuatro estremecedoras interpretaciones, tan simples y delicadas como un camarón ecuatoriano: pequeño, delicioso y exótico.

Tracklist
1. Mission (6:14)
2. Hjertebarn (6:48)
3. Legesag (7:01)
4. Kyst (7:36)

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Live @ Roskilde Festival 2004, Roskilde, Dinamarca [2004] 


Con dos discos bajo el brazo, Kyst (1999) y Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen (2002) tienen algo más que aportar al universo post rock. La amplitud de instrumentos en los que se pueden distinguir pianos, tambores, cuerdas y platillos son elementos básicos dentro de la producción del estilo. Pero el importante aporte, lo hacen para los suyos, ya que en el mundo de hoy donde el inglés es la lengua prima, estos daneses se niegan a interpretarlo, transportándonos a todos los mundos existentes con la incapacidad de entender ni una sola palabra de lo que dicen. La voz de Henriette es tan mágica que da lo mismo comprender, porque el mensaje, como fin último de la música es lograr comunicar y ella lo hace a la perfección. Y es por eso, que quizás se sienten tan cómodos en casa, en el principal danés, el de Roskilde


Tracklist
1. Intro – Announcer

2. Lenin

3. Mission

4. Plantage

5. Det er mig der holder træerne sammen

6. Kyst

7. Legesag

8. Palads

9. Hjertebarn

10. Films jeg har set



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Remix 2 [2004]


 
Los daneses de UB tienen tanto que aportar desde su desconocida lejanía musical que no tienden a complicarse más allá de componer perfectas piezas de inmedible hermosura, y al parecer, sus inquietantes almas no quedan conformes. Recompusieron su primer disco Kyst (1999) y dos años más tarde lanzaron Remix. Lo mismo hicieron con su segundo disco Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen de 2002 y para 2004 nos regalan su nueva versión, una delicada simpleza llamada: Remix 2.

En las nuevas versiones del álbum, la banda logra producir un disco tan exquisito aprovechando aquellas piezas más importantes de su segundo disco, en donde destacan las dos versiones de Plantage, Legesag y Mission (entre otras), agregándoles bases drum 'n' bass y pequeños sonidos tipo noise en las que todas las canciones ganan en ingenio, ritmo y perfección. Nada más simple otro recuerdo de nosotros entre los árboles. Paisaje hecho música.


Tracklist

1. Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen (Xploding Plastix Remix)

2. Legesag / Under Skyen Version

3. Plantage / TorsdagsHugo

4. Legesag / Under Skyen Version II

5. Mission (Jomi Massage Remix)

6. Plantage / HWrok-mix

7. Om Vinteren (Wäldchengarten Remix)

8. Lenin (Puzzleweasel Remix)


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Samme Stof Som Stof [2006] 


Samme Stof Som Stof, es el disco más reciente de UB, y en este disco los daneses se sumergen con la perfección en las atmósferas del post rock. Dejan de lado la mezcla de la electrónica de sus discos anteriores Kyst (1999) y Det Er Mig Der Holder Træerne Sammen (2002) para transformase en un grupo rock que piensa y hace rock, que a punta de baterías y guitarras entregan una perfecta unión con un piano íntimo y voces que parecen desaparecer, como el último hálito.

Samme Stof Som Stof nos demuestra que UB es una banda potente, intensa, que juega al límite de las capacidades vocales de su cantante, que en algún momento, abandonará ese cuerpo y volará, hacia ese íntimo viaje al que nos invitan en cada disco.


Tracklist

1. Pilot

2. Den Her Sang Handler Om At Få Det Bedste Ud Af Det
3. Tindrer
4. Heftig

5. Panterplanker

6. Af Samme Stof Som Stof

7. Film Og Omvendt

8. Mere Af Det Samme Og Meget Mere Af Det Hele

9. Siamesisk

10. Liste Over Sande Venner Og Forbilleder

11. Palads

12. Slå Sorte Hjerte

  
autor: Rael / comentarios de CD's: Ultimovicio


domingo, 7 de agosto de 2011

Pink Floyd, Animals


PINK FLOYD / ‘Animals’
Pink Floyd Music, 1977 / Tiempo Total: 41:39

PIGS ON THE WING (Part One) / DOGS / PIGS (Three Different Ones) /
SHEEP / PIGS ON THE WING (Part Two)

LUEGO DEL ÁLBUM ‘WISH YOU WERE HERE’ PINK FLOYD CONCLUYÓ
SU CONTRATO CON EL SELLO DISCOGRÁFICO EMI Y MONTÓ SU PROPIO
ESTUDIO DE GRABACIÓN. ALLÍ DIERON VIDA A SU DÉCIMO ÁLBUM DE ESTUDIO TITULADO ‘ANIMALS’ UN ALEGATO CONTRA EL SISTEMA CAPITALISTA ESTABLECIDO Y UNA METÁFORA SOBRE LA CONFLICTIVA RELACIÓN ENTRE
LA BANDA Y LA ETIQUETA DISCOGRÁFICA QUE EDITABA SUS DISCOS.
 
‘Animals’ nació en la cumbre, tanto creativa como comercial de Pink Floyd, quienes durante los años ‘70 fueron capaces de lograr que cada uno de sus nuevos discos se erigiera como una obra artística sumamente esperada y se convirtiera en imperecedera.
Luego de grabar el álbum ‘Wish You Were Here’ (1975) Pink Floyd concluye su contrato con el sello discográfico EMI y monta su propio estudio de grabación en un edificio de tres pisos que la banda adquiere en Islington, Londres, y que estrenan en 1976 con la grabación de su décimo álbum de estudio titulado ‘Animals’ que sería lanzado al siguiente año. Si bien ‘Animals’ no significa una evolución en el sonido Pink Floyd, (al menos en la medida que lo significaron sus predecesores: el aclamado ‘The Dark Side Of The Moon’ y el mítico ‘Wish You Were Here’ grabado en el no menos mítico estudio Abbey Road), lo significa desde el contenido de sus letras y se sitúa en el epicentro de la denominada ‘Epoca Dorada’ de la agrupación, en un momento político, económico y social bastante convulsionado para el Reino Unido.
La segunda mitad de los años ‘70 fue quizás, la más dura prueba de fuego para las bandas clásicas de rock progresivo, y el avance de la cultura punk-rock modificó el mapa sonoro de allí en más. Pink Floyd ha de ser seguramente, una de las bandas que mejor posicionadas quedaron ante dicha situación. Con ‘Animals’, Pink Floyd toma cierta distancia de aquellas letras subjetivas (que invitan al oyente a internarse en paisajes imaginarios) para reflotar inquietudes políticas y sociales con un mensaje concreto e inconformista. Roger Waters, responsable de dichas letras, concibe un álbum conceptual inspirado en la novela satírica de George Orwell ‘Animal Farms’ (‘Rebelión en la Granja’), para hacer una fuerte crítica al sistema capitalista establecido. Si bien no se trata de una adaptación directa de la novela de Orwell, encuentra cierta similitud ya que Roger Waters divide a la raza humana y utiliza la figura de animales para representar distintas castas sociales. Roger presenta a los cerdos como líderes moralistas, tiránicos, autoritarios y estúpidos al fin de cuentas. Otorga a los perros un rol de asesinos, inescrupulosos y rebeldes, mientras plantea que las ovejas son seres conformistas, ingenuos, carentes de ambición y subordinados en parte, ya que sobre el final las ovejas se rebelan. Con dichas figuras Pink Floyd concibe una estructura de álbum en la que los tres temas principales de la placa se encuentran en medio de dos breves canciones semi-acústicas que dan respuesta con un mensaje de amor, comprensión y resistencia: “Si a ti no te importase lo que a mi me sucediera. Y yo no me preocupase por ti. Nos encontraríamos zigzagueando a través del aburrimiento y el dolor. Elevando ocasionalmente nuestras miradas a través de la lluvia. Preguntándonos a quien culpar y esperando ver cerdos voladores” (letra de "Pigs On The Wing – Part One").
‘Animals’ fue grabado durante los meses de Abril-Noviembre de 1976 en los estudios Britania Row, el ingeniero de grabación fue Brian Humphries y la producción corrió por cuenta del propio Pink Floyd. El álbum fue publicado en Enero de 1977 por el sello Harvest/EMI en Reino Unido y Columbia Records en Estados Unidos, alcanzando inmediatamente buenas ventas, 4 discos platino y ubicándose en el puesto 3 entre los 200 de Billboard. La portada del álbum presenta uno de los elementos visuales más reconocidos de la banda británica: El icónico cerdo sobrevolando el edificio de la Battersea Power Station fue pensado por Roger Waters y llevado a cabo por Storm Thogerson y el plantel de trabajo del estudio Hipgnosis, responsable de las más representativas portadas de los álbumes de Pink Floyd. Cómo en tantos otros de sus trabajos, la leyenda se hace presente para alimentar la imaginación de los seguidores y cuenta, que durante las sesiones fotográficas en las que un cerdo inflable de 40 pies de longitud (diseñado por Jeffrey Shaw y encargado a la compañía alemana Ballon Fabrik su construcción) debía ser fotografiado volando entre las cuatro chimeneas de la estación Battersea, una imprevista ráfaga de viento lo elevó sin rumbo. El inanimado animal atravesó las pistas del aeropuerto de Heathrow, siendo avistado por un piloto de jet que dio aviso a las autoridades de Aviación Civil, quienes alertaron que un globo con forma de cerdo rosado sobrevolaba la Capital en dirección hacia Alemania. Finalmente, el puerco descendió sobre una granja de Kent, de donde fue recogido por personal de Pink Floyd. La gira presentación inició en Dortmund el mismo día del lanzamiento del álbum, fue llamada ‘In The Flesh Tour’ y pudo verse como un cerdo de enormes dimensiones que sobrevolaba el acto era envuelto en llamas convirtiéndose en una de las puestas en escena más impactante y recordada del denominado Rock Teatral de Estadios.
Mucho se ha dicho acerca del dominio compositivo ejercido por el bajista en esta etapa de la banda, pero David Gilmour se encarga de desmitificar parte de ello: ”La manía de Roger es dominar, pero estoy feliz de mantenerme en pie por mí mismo y defenderé mis méritos en diferentes composiciones, que es lo que hice en ‘Animals’. No me sentí ni remotamente fuera de ese álbum. El noventa por ciento de “Dogs” es mío, y esa canción ocupa prácticamente una cara completa, lo que significa: la mitad del álbum.” 
A decir verdad, en 1974 ya se habían escuchado en vivo dos versiones primigenias de temas incluidos en ‘Animals’. “Sheep” es una adaptación de “Raving And Drooling” mientras que “Dogs” era conocido como “Gotta Be Crazy”. Otra de las particularidades del álbum es que se trata del primero en que Rick Wright no figura en los créditos de ninguna canción. El ego humano, uno de los principales elementos que llevó a Pink Floyd a convertirse en una banda colosal comenzaba a ser motivo de distanciamiento entre sus integrantes. ‘Animals’ no es, ni intentó serlo, un disco ameno, es más bien un compendio de vicios sociales que hoy día siguen vigentes y latentes: Tan vigentes como uno de los más grandes álbumes de Pink Floyd.

Personal:
Rick Wright: teclados
David Gilmour: voz y guitarras
Roger Waters: voz y bajo
Nick Mason: batería